viernes, 19 de octubre de 2012

Las bases de una persona no está en una remera nueva, o el color del pelo. Eso cambia a cada momento, y no hace a la persona.
  La base, es lo que construimos en el alma, en la mente. Las bases que van más allá de cualquier materia física. La esencia de la persona es lo que la hace hermosa, y es lo que cada uno decide construir y alimentarse. Es lo que nos lleva a decidir, y complementarnos.
   La base está en un alma transparente, una mente pasiva, y un corazón noble. Hacer de mi persona, una luz que irradie, encandile, y borre cualquier estereotipo físico. Aquel sin espiritualidad transparente, va a ser visto y tomado por su apariencia. Y las apariencias engañan.
  Lo físico tomará segundo lugar cuando lo que brille sea la luz interior. Cuando lo que simpatice sea el alma que busque expandirse, que busque contagiar su luz, refugiar a otra alma necesitada.
Un alma iluminada, no puede convivir en la oscuridad, va a buscar más luz para brillar.
   La forma de amoldar ésa alma, es la solidez que le daremos a la decisiones, para buscar más luz. Cuando tengamos "todas las ventanas abiertas", el brillo llegará solo, y no habrá oscuridad que se anime a entrar.

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