Y así van sucediendo las cosas. Yo sí creo en el destino, y en la carta escrita relatando cada uno de nuestros sucesos futuros. También creo que, esto me lo dijo una gran amiga hace un tiempo que se lo dijo un cura en algún instante de reflexión, "aquellas cosas que Dios nos pone en el camino, no son más que obstáculos porque él sabe que vamos a poder contra ellos, de lo contrario, nos llegó la hora de morir, porque es la traba final del juego". Yo soy scout, y por algo una de las señales de pista, es la de "Fin del Juego" o también interpretada como "Scout Muerto". Baden Powell comparaba la vida con un Gran Juego, y bien tenía razón. Aquel viejito con semejante alma y corazón como para crear un movimiento mundial juvenil, buscando "dejar el mundo en mejores condiciones de lo que lo encontramos", formando jóvenes con responsabilidad y respeto, sin saberlo mucho sabía. Y yo prometí, por él, mi promesa Scout, para toda la vida. Con ella prometí hacer de mi vida un juego. En cualquier juego tenemos reglas a cumplir, pero también estrategias para avanzar. Se nos presentan problemas, prendas, castigos, "perder turno" a modo de "mejor bajar un cambio, y tomar envión para continuar, pero nunca abandonar". En el gran juego tenemos, más que competidores, compañeros de juego, que buscan distintos éxitos cada uno. Algunos irán por, arrastrar a cualquiera que se le cruce por llegar primero, otros iran "despacio porque van lejos", algún colgado irá viajando por ahí viendo el rumbo que se le presente, y otros a paso firme avanzan sin ser siquiera vistos.
En mi gran juego, yo elegí valores por sobre los materiales. Elegí el amor y el respeto, el "jugarse por la paz", la amistad y la familia. ¿Qué poco elegí no? Además, pensándolo bien, no tengo nada en mis manos, queda todo en el aire, en lo no-físico. Pero de eso se trata la vida, la mente no-física es la que nos lleva a la plenitud, a la iluminación del Ser, y a ser felices y vivir en armonía. Lo único importante es centrar la mente, y no dejarse llevar por los soldaditos que nos inventan pensamientos egoístas y materiales. Y lo grave de todo esto, es que esos soldaditos están en la cabeza propia. Es un tire y afloje constante, mental. De acuerdo al juego que cada uno elija, va a ser el lado ganador. Puede que vayamos coincidiendo decisiones con los otros jugadores, que caminemos juntos, o que nos distanciemos. Pero en esencia somos todos lo mismo, seres en búsqueda de la conquista final de todo el territorio de nuestra cabeza, ser nosotros quienes gobernemos la mente, y no ella nos gobierne a nosotros. Para eso debemos plantear, qué tipo de juego queremos jugar, y justamente, ¡jugarlo!
No por nada mi mamá me metió en el grupo Scout desde que no tengo noción, ella sabía que se trataba de un juego, y que el movimiento me iba a aportar todas las herramientas para eso. Ella, que es muy inteligente por cierto, puede que ya sabía todo eso, y como con una pala llenando de arena el baldecito, fue mentiendome Valores, en otra pala Respeto, en otra pala Lucha, en otra pala Valentía, en otra pala Firmeza. En algunas palas se le fue la mano, pero fue pensativa al dejarme el balde medio lleno, para que yo elija con qué completarlo.
Y eso también es mi vida, jugar a un juego, que terminará en algun instante, no hablo de tiempo porque no existe, el tiempo es mental, compartirlo con otros, y llenar mi balde y ayudar al resto a llenarlo.
Y al final de todo, en el último tramo llegando a la meta, cuando mi balde ya esté lleno, será el momento de partir hacia "el Campamento Eterno", como lo llamaba B.P. aquel citio grandioso donde me esperan aquellos que ya han partido, porque ya jugaron su juego, ya llenaron su balde, y ya dejar huella en el mío.
"Show must go on".. Que sea PLAY. ►
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